Lo que las mujeres quieren en la cama (pero no se atreven a pedir)

Rebañando

¿Quieres saber de una vez por todas lo que ellas quieren en la cama? Sigue leyendo...

1. 'Dirty Talk' (hablar sucio)

¿La manera más rápida de excitar a tu chica? Hablando. Como suele decirse, el órgano sexual más poderoso es el cerebro y esto es particularmente cierto en el caso de las mujeres. Pon a trabajar la lengua (solo para hablar, de momento) y cuéntale lo que quieres hacerle y lo increíble que va a ser: te sorprenderá lo rápido y efectivo que resulta a la hora de despertar su lado salvaje.

2. Tus manos

Tus dos herramientas más poderosas están... justo ahí, al final de tus brazos. Ya sea durante los preliminares o durante el coito, no dejes de acariciar a tu chica (acariciar, no 'manosear'). Además, la mayoría de las mujeres no son capaces de llegar al clímax solo a través de la penetración, así que más te vale no dejar el clítoris desatendido.

3. No dejarla que te toque

Pocas cosas enfurecen más a una mujer que no tener lo que quiere cuando quiere, ¿verdad? Pues en el sexo funciona (casi) igual. Lo que quiere eres tú y eso es exactamente lo que tienes que negarle. Sigue estimulándola pero no dejes que te toque... acabará suplicándote.

4. Ponerse arriba

Aunque muchas prefieren arriba, también son muchas las que no se atreven a pedirlo. A ti también te encanta (reconócelo), así que toma la iniciativa si ella no lo hace y cédele el poder. No te arrepentirás.

5. La posición del perrito

Tanto como a algunas les gusta tener el control, a otras les gusta ser controladas (a algunas incluso las dos cosas), y es para ellas para las que la posición del perrito puede ser una de las más satisfactorias. Haz tocar el cielo a tu chica acariciando su clítoris mientras la penetras: cuidado, puede que después de esto no quiera probar jamás ninguna otra postura.

6. Que seas un poco pervertido

Te aseguramos que detrás de esa cara de ángel se oculta una mente llena de fantasías de lo más depravadas. Para que supere la barrera de la timidez (y se abran las puertas del infierno), la comunicación es clave: deja caer algún comentario del tipo "siempre he querido (insertar fantasía aquí), ¿sabes?" con tu mejor cara de inocente. Con tacto y sutileza, ella se sentirá cómoda y habrás despertado a la bestia.