Somos más felices cuando más agradecemos y valoramos las cosas que tenemos, por ello, acostúmbralo a dar las gracias.
No solo por recibir algo de alguien en un momento puntual, sino cada día al ir a la cama.
No es un tema religioso, eso depende de tu propio credo, es solo una herramienta para mantener una actitud positiva hacia la vida y las pequeñas cosas.
Una herramienta muy valiosa sobre todo cuando eres adulto.