Helado cheesecake de frutos rojos ¡sin heladera!

De JesusilloTM

Ahora que estamos en pleno agosto, da gusto tomarse un helado en una terraza. Pero, ¿y si lo hacemos nosotros mismos? ¿Y sin heladera? Este helado es perfecto. Es muy cremoso, con una textura perfecta y un sabor perfecto. ¿Os animáis? ¡Al lío!

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Helado cheesecake de frutos rojos ¡sin heladera!

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Pruébala!receta top Cinta de lomo rellena de bacon

Ingredientes

300 ml de nata para montar
170 gr de leche condensada
250 gr de queso crema
1 cucharadita de vainilla
1 cucharada de brandy
150 gr de frutos rojos variados
70 ml de agua
70 gr de azúcar
10 galletas Digestive

Especificaciones

Personas 8
Dificultad Fácil
Tiempo de preparación 30minutos
Tiempo de cocción 10minutos
Coste Económico

Preparación

Paso 1

Primero, hacemos el relleno de frutos rojos. Para ellos, los ponemos en un cazo con el agua y el azúcar. Cocemos 10 minutos desde que comience a hervir. Tiene que espesar un poco. Trituramos y reservamos.

Paso 2

Para la base del helado, semimontamos la nata, y cuando ya casí esté, le añadimos poco a poco, a chorro continuo, la leche condensada. Terminamos de montar completamente la nata.

Paso 3

Ponemos en un bol el queso crema, la vainilla y el brandy, y con una lengüeta lo mezclamos para que se ablande el queso. Poco a poco, incorporamos la nata con movimientos envolventes.

Paso 4

Para el montajes del helado, cogemos un molde, y ponemos una capa de nata, una capa de frutos rojos, y la mitad de las galletas. Removemos con un palillo de brocheta para crear un poco el efecto "swirl", para que se mezcle todo un poco. Continuamos con otra capa de nada, frutos rojos, galletas. Así hasta acabar. Ser generosos con la nata. Aproximadamente poner en cada capa 1/3.

Paso 5

Tapamos con film, y nos lo llevamos al congelador durante 5-6 horas o toda la noche. ¡Y a disfrutar!

Paso 6

Para consumirlo, lo sacamos unos 20 minutos antes y listo.

A partir de la base de nata, le podéis añadir lo que queráis, siempre y cuando tengáis cuidado. Si queréis un helado de naranja, pues un poquito de zumo y la ralladura. ¿De limón? Pues igual. ¿De café? Pues un par de cucharadas de café soluble y listo. ¡Imaginación al poder!