© Ciao Florentina
Hay vida más allá de las pastas
Tras el anuncio inminente de la cuarentena, muchas personas se precipitaron a los supermercados para abastecerse de productos no perecederos. Si bien esta medida es sensata (nunca está de más tener alimentos fáciles de conservar en casa), lo cierto es que con el paso de los días y la entrada en la nueva rutina, algunos hemos pensado en utilizar esas reservas como base de nuestra dieta.
Los carbohidratos nos aportan fibras, minerales y energía, pero también debemos tomar en cuenta que con la disminución de nuestra actividad física cotidiana, estamos gastando menos calorías de las habituales. Para evitar que este período de confinamiento se vea reflejado en la báscula, habrá que variar nuestra alimentación. Lo ideal es consumir una variedad de granos y harinas (pasta, arroz, cuscús, bulgur, etc.) en su justa proporción: en el plato del bueno comer, los carbohidratos deberán representar 1/4 de la ingesta, mientras que 2/4 deberán ser verduras y 1/4 proteínas y lácteos.
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