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¿El ayuno es para mí?
En la naturaleza, el ayuno es un práctica común, y desde tiempos ancestrales, algunas personas lo han practicado por diversas razones. Lo cierto es que, al día de hoy, ha permanecido en diversas partes del mundo como Asia o Medio Oriente como un recurso efectivo para sentirse más ligero o promover la desintoxicación natural de los órganos. Sin embargo, ha sido en años más recientes que esta práctica ha tomado fuerza en el resto del mundo, enfocando su práctica a la pérdida de peso y el mejoramiento de las habilidades cognitivas.
Diversos estudios sugieren que el ayuno (alternar largos períodos sin alimento con períodos más cortos en los que se puede comer) puede traer beneficios como la pérdida de grasa abdominal y visceral, una mejor salud y capacidad de concentración.
Muchos que lo han probado afirman que es más sencillo de mantener a largo plazo que las dietas tradicionales con control de calorías.
Cada persona experimenta el ayuno intermitente de su propia manera, y los diferentes estilos se adaptan según las necesidades de cada persona. Eso sí, es recomendable consultar con tu médico de cabecera antes de iniciar el ayuno, para encontrar el método progresivo más adecuado a tus necesidades y según tu estado actual de salud.
Ya sea como método de cura, para purificar el cuerpo o para prevenir enfermedades, el ayuno es una opción que conviene considerar. Por ello te presentamos los diferentes tipos de ayuno intermitente y en qué consisten.
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