La FDA admite que la carne de pollo lleva arsénico
Mortal en dosis elevadas y altamente cancerígena, esta peligrosísima sustancia química se encuentra en el pollo que todos compramos.
La Food and Drug Administration (FDA o Agencia de Alimentos y Medicamentos en español) confirmó mediante un ensayo que más del 70% de los pollos destinados para consumo humano habían ingerido arsénico a través de la roxarsona, un medicamento añadido a su alimentación para conseguir un crecimiento más rápido de los animales y el particular color rosado de su carne. Según cuenta el Wall Street Journal: "La agencia dijo que recientemente llevó a cabo un estudio de 100 pollos de engorde en que detectaron el arsénico inorgánico en los niveles más altos en el hígado de los pollos tratados con 3-Nitro, en comparación con los pollos no tratados... Pfizer dijo que la venta de 3-Nitro se detuvo a principios de julio con el fin de permitir que los productores de animales hicieran la transición a otros tratamientos".
Aunque aseguran que se trata de una cantidad muy pequeña que aún hace el pollo perfectamente seguro para comer, el Departamento de Salud Ambiental de la Universidad de Carolina del Sur afirma que el arsénico tiene efectos neurológicos graves en fetos y niños, además de la ya consabida relación con el cáncer, y lo clasifica como 4 veces más tóxico que el mercurio.
La pregunta es: ¿a quién creemos entonces?
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