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Cuidado: ¡hacer dieta engorda!

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Rebañando

EL HAMBRE EMOCIONAL EXISTE

Quizás (y siguiendo las palabras de la doctora); lo único que te ocurre es que tienes hambre emocional. Esto no es ninguna tontería ya que son muchos los estudios que demuestran que las emociones producen más hambre que otra cosa. 

La ansiedad, la tristeza, la depresión, el cansacio y el enfado nos incitan a comer de manera agresiva. Un hecho que, según Mónica, las dietas no tienen en cuenta. 


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