Nos hemos lavado toda la vida MAL EL CABELLO
¡Cómo lo oyes! ¡No tenemos ni idea de lavarnos el pelo! Pero, ¿cómo es posible que haya pasado tanto tiempo y nadie nos haya dicho lo contrario? ¿Cómo debemos de cuidar nuestro cabello para que luzca perfecto?
Cuando comenzamos a lavarnos el pelo por nosotras mismas; nuestras madres nos repetían (una y otra vez). Moja la melena, ponte el champoo, un poquito más de agua, rasca hasta que haga espuma, aclara un poco, aplica el acondicionador (en la raíz no que se engrasa), aclara bien (hasta que no queden resto de jabón) y... ¡SAL DE UNA VEZ DE LA DUCHA! Pues bien, ¡SUPRIME PARA SIEMPRE esta práctica! ¡No es la correcta!
¡Así debemos de hacerlo! ¡Toma nota!
Antes de comenzar con la lección, te avisamos: ¡LA TÉCNICA REQUIERE PACIENCIA!
Para empezar, hay que desenredarse el cabello. ¡¿Cómo?! Sí, ya sabemos que eso lo haces al terminar. Por tanto, ¡ya has tenido tu primer fallo! Coge tu pelo seco y un cepillo. Con mucha delicadeza tienes que ir quitándote los nudos. De esta forma; evitas hacerlo después con el pelo mojado evitando que este se rompa, lo maltrates y os estreséis tu y él.
Con tu cabello liso, fino y perfecto, toca la hora del champoo. ¡No corras! Unos minutos antes de aplicarte el producto (elige uno sin sulfatos), usa un acite vegetal para las puntas. Gracias a esto será más sencillo peinar tu pelo antes, durante y después del secado. Lo ideal es dejarlo actuar todo la noche pero, ¡también funciona 15 minutos antes de meterte en la ducha! No queremos que inicies el proceso de lavabo capilar antes de meterte en la cama y lo termines, corriendo, antes de irte al trabajo. ¡Qué agobio!
Tras el champoo (eso sí puedes hacerlo como tu madre te dijo), no es necesario que utilices acondiconador. ¡¿Cómo?! Estos productos hacen que tu melena se quede lacia y pierda volumen.
Por último, ¡ACLARA BIEN LOS PELOS! Este punto es esencial. Sabrás que lo has hecho bien cuando tu cabello rechine.
Ah... una cosa más: ¡con esta rutina sólo tendrás que lavarte el pelo 2 VECES POR SEMANA!
(Palabra del Mr. Robin, el estilista de las estrellas)
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