Estos son los 3 métodos más simples para asar pimientos

Pimientos asados

Los pimientos morrones son una de las verudras con un aroma más intenso. Se pueden comer crudas, pero muchas veces resultan algo fuertes para los platos (y para la digestión de algunas personas).

Asarlos es una buena manera de acentuar sus sabores, darles un toquecito ahumado y de hacerlos más fáciles de digerir.

Sin embargo, asando los pimientos directamente sobre el fuego, es muy probable que la parrilla quede cubierta de pellejitos quemados, que la cocina se ahúme y que luego te lleves un buen rato limpiando todos los rastros... Aquí te proponemos tres métodos mucho más sencillos.

Pimientos asados en sartén

Con este método va a quedar algo de olor en la cocina, pero evitarás ensuciar la parrilla.

Coloca un sartén hondo en el fuego y pon una cucharada de aceite. Coloca los pimientos ya limpios y ve dándoles la vuelta conforme se asen por cada lado.

Asado express

Limpia los pimientos y colócalos en la olla de presión con un chorrito de aceite.

Tapa la olla y cuece por 5 minutos, hasta que empiece a girar la válvula.

Deja salir el vapor y luego abre.

En el horno

Precalienta el horno a 180º y cubre una charola con papel aluminio. Coloca los pimientos ya limpios sobre la charola y vierte un chorrito de aceite sobre ellos.

También puedes añadir un poco de sal.

Comienza a asar y dales la vuelta cada 10 minutos. Las partes que se ennegrezcan le darán un toque de sabor, pero aún así, hay que estarlos checando para que no se quemen.

En total, el asado te puede tomar entre 40 minutos y una hora, dependiendo de cuántos pimientos pongas a la vez.