¡Es hora de liberarnos! A pesar de que ya lo hemos hecho en varias ocasiones, nunca es tarde si la dicha es buena y, mucho más, si hablamos de SEXO. Desde que en los años 40 y 50 el informe Kinsey nos revelase el comportamiento sexual del hombre y de la mujer, ¡andamos calientes como monas solamente con pensar en nuestra próxima relación! 

Uno de los temas que trató ese análisis está relacionado con la masturbación tanto masculina como femenina. Algo que se encuentra entre los primeros pasos de nuestra vida sexual. ¡No te pongas roja, sabemos que te tocas! Y... ¡ESO ES GENIAL!

Masturbarse produce endorfinas que hacen que nos sintamos fenomenal. Así que cuando estén de bajón ya sabes. ¡Sácale brillo a tu miembro! Además, el autoerotismo es una práctica que nos libera estrés y nos gratifica de la cabeza a los pies. ¡Ay! Pero, eso no es todo. Sus beneficios tienen mucho que ver con el sistema inmunitario -lo mejora-, la conciliación del sueño, los dolores menstruales y las migrañas.

Ahora bien. No podemos dejar el sexo con nuestras parejas a un lado por tocarnos la pepitilla. Cuando alguien antepone la masturbación a disfrutar con su chico o chica existe un grave problema de pérdida de interés en el compañero, deterioro de la relación o una rutina brutal. 

Esto (en la mayoría de los casos) podemos remediarlo con cariño, amor e imaginación. No obstante, hay un porcentaje de personas que desarrollan una conducta adictiva en este tema. Si sólo piensas en tocarte a la par que ves porno, estás deprimido o deprimida, tienes baja la autoestima y sientes que eres adicto a los tocamientos, ¡cónsulta con un especialista!