¿Os imagináis la cara que está poniendo en este momento Kim Kardashian mientras lee nuestra noticia? Creemos que ni la reina del SELFIE ni nosotras mismas estamos preparadas para hacer frente a esta situación. ¿De qué estamos hablando? ¿Qué tienen que ver las fotos con los cuernos? ¡MUCHO! 

Según un estudio publicado por una revista de psicología americana; cada vez que nos hacemos una autofoto con nuestra pareja para colgarla en las redes sociales, nuestro cerebro activa -de nuevo- la casilla de la infidelidad. 

Esto no quiere decir que mientras estás poniendo morritos con tu novio o novia estés pensado lo que vas a hacer después de salir de trabajar, cuando la otra parte del binonmio esté en casa de sus padres o en este mismo momento (siempre y cuando no tengas al otro pegado). Simplemente, ¡tenemos ganas de mostrarle al mundo -y a nuestra ''media naranja''- que somos FELICES cuando eso no es cierto!. Pero, ¿hasta que punto?

¡Ese es el quiz de la cuestión! Las parejas que más selfies suben a las redes sociales, sobretodo a Facebook, hacen creer a su círculo que su vida es perfecta, maravillosa, ideal... Y, finalmente, un alto porcentaje (más del 55%) no lo es. Según una psicológica que participó en el estudio, el doble filo de las redes es presumir de lo que muchas veces no se tiene. 

(A partir de ahora, espero que ninguno de mis amantes me diga eso de ''cariño, saquémonos un selfie''.)