5 COSMÉTICOS JAPONESES que NO ENTIENDES pero deseas, ¡muy fuerte!
Japón es ese país fascinante, con una cultura milenaria, imponentes paisajes, cuidades caóticas, divertidas locuras, templos, karaokes y, por encima de todo, ¡DROGUERÍAS LLENAS DE PRODUCTOS EXTRAÑOS! Te presentamos los que más admiras, quieres tener y no tienes ni idea de para qué sirven.
1.- TEARS-TANS: los dibuja orejas
Mientras el resto del planeta nos matamos cada mañana para quitarnos las malditas bolsas y los negros reflejos; llegan las japonesas e inventan un producto que da a nuestro rostro un efecto de haber dormido 5 horas. ¡Sin comentarios!

2.- LAS PEGATINAS PARA EL PÁRPADO
Como uno siempre quiere lo que no tiene, los cánones de belleza orientales establecen que un párpado doble es más atractivo que el párpado simple que tienen las japonesas al nacer. Estas pequeñas pegatinas se pegan en el centro del párpado móvil mientras cierras el ojo y, al abrirlo, forman ese pequeño pliegue tan ansiado.

3.- EL CHUPA-CHUPA PARA ALISAR EL ROSTRO
Este es un entrenador de piel para reducir las arrugas y moldear los músculos de la cara. Sus creadores prometen que, realizando cierto tipo de movimientos con esta pieza en la boca durante varios minutos, tu piel se alisará y pronto la notarás más joven. ¿Compensa? Yo digo que sí, pero solo por las risas de verte así en el espejo.

4.- LAS MASCARILLAS
Como todo en Japón, las mascarillas también han sido llevadas al extremo. Ya no es suficiente con cubrir tu piel con un pañuelito empapado en colágeno. Algunas mascarillas incorporan enganches, poleas y toda clase de mecanismos que parecen sacados de los inventos de TBO y que prometen tensar tu piel para evitar el efecto de la implacable gravedad. Si tu novio alucina cada vez que te pones un pepino en los ojos, ¡cuando te vea convertida en momia va a salir corriendo!

5.- LAS LENTILLAS QUE AGRANDAN EL IRIS
De todos los colores –incluidos el violeta y el amarillo- y casi todos los tamaños, las lentillas para agrandar el iris se venden en droguerías como si fueran caramelos y su objetivo, de nuevo, no es otro que redondear el ojo para que parezca más abierto.

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