¿Qué son las PERLAS VAGINALES y para qué sirven?
Estamos acostumbradas a cuidar nuestra VAGINA con cariño, delicadeza y 'savoir faire'. No dudamos ni por un segundo de que tratas de lujo tu zona 'V', pero este es el momento preciso para tener cuidado ya que las PERLAS VAGINALES han llegado a tu vida. ¿Sabes de qué te estamos hablando? Este producto de belleza sirve para limpiar nuestras intimidades. Algo que a simple vista parece discreto y maravilloso; cuando no lo es tanto. ¡Ponte al día de los PRO y los CONTRAS de una tendencia peligrosa! ¡Sigue leyendo!
Hasta ahora solamente conocemos las duchas, los champús y los sprays que nos ayudan a tener nuestra vagina impoluta. Opciones que si las utilizamos sin abusar son excelentes para cuidar esa zona sensible. Varios productos conocidos a los que les ha llegado un hermano revolucionario y peligroso que está haciendo de las suyas en el mundo de las tendencias de internet. ¿De qué estamos hablando? ¡¡DE LAS PERLAS VAGINALES!!
Ellas son unas bolitas de hierba aromática que sirven, supuestamente, para desintoxicar la matriz. WHAT?! Según nos cuentan algunas web de belleza; este producto se introduce en nuestro 'toto' para limpiarlo y deja un agradable olor. Al parecer, este invento es milenario. Una manera para ocultar el olorcillo natural que dejaban las mujeres en las tribus.
¿POR QUÉ SON MALAS?
Para que el producto surja efecto debes dejar la perla metida dentro 72 horas. La equivalencia de meterte un tampón (y no sacártelo) en 3 días. ¿Te imaginas la cantidad de problemas que puede darte eso?
Eso no es todo. Dicen los que las han usado que después de quitarte la perla, las esencias remueven todo de tal manera que lo que han limpiado va a salir eventualmente. ¿Podrías describirnos lo que puede ser ir perdiendo por 'ahí' tu 'suciedad' interna?
Tras esta clase magistral de residuos, debes saber que la vagina y el útero se limpian por sí mismos. Por lo tanto, si ingresamos productos externos como estas perlas el PH de la zona puede volverse loco mientras las infecciones empiezan a tomar partido. ¿Merece la pena?
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