Es importante que tengas en cuenta ciertas condiciones para alimentar a tus peluditos con huesos de manera segura:
Los huesos más frágiles como los de conejo, pavo o pollo siempre deben tener carne, así se minimizan los riesgos de astillamiento
Si tu mascota ha limpiado la carne de su hueso sin haberlo troceado, retíralo.
Para perros más pequeños o mascotas que no trituran del todo los huesos, puedes triturarlos previamente y darle así trozos pequeños.
Lo ideal será ir variando los tipos de hueso que come para obtener la mayor cantidad de nutrientes posible.
Puedes congelar los huesos en porciones e irlos descongelando conforme lo necesites.
Los huesos duros y de mayor tamaño, como la rodilla de ternera pueden ser usados como huesos recreativos, para estimular sus habilidades olfativas, liberar estrés, limpiar los dientes y en general, sentir mayor bienestar.