El perrito es una posición muy popular entre las parejas ¡y no tiene por qué dejar de serlo durante el embarazo! La mayor ventaja que ofrece es que permite variar la profundidad de la penetración en función de la sensibilidad de la mujer, pero eso no es todo, sino que ella no tiene que hacer ningún esfuerzo, su barriga no será aplastada por el colchón ni por el cuerpo de la pareja y se puede estimular el clítoris durante la relación.
En el caso de que a la mujer le duela la espalda o le pese mucho la barriga, se puede poner unos cojines por debajo para sostenerla ¡y seguir disfrutando al máximo!