Los abuelos no MUEREN... ¡se convierten en nuestros ÁNGELES!
La mayoría de los psicólogos concuerda en que siempre se le debe decir la verdad a los niños. De forma delicada y con mucho tacto, claro está, pero muchos padres cometen el error de utilizar metáforas o dar explicaciones abstractas como “la abuela se fue al cielo” o “el abuelo se ha ido”. Esto puede hacer que el niño no entienda completamente qué pasó y que piense que el abuelo va a regresar de un momento a otro.