Tritura 3 paquetes de kinder bueno. Vierte en un tazón, agrega la leche condensada y bate con la batidora eléctrica o licua los ingredientes. Puedes agregar un poco de nata o leche si tienes dificultad para integrarlos. A continuación, hidrata las hojas de gelatina con un poco de agua, o disuelve la grenetina con agua hirviendo. Vierte la mezcla de kinder y leche condensada en un tazón, agrega el queso crema y remueve muy bien, procurando que quede esponjoso. Después agrega la gelatina, vuelve a batir y vierte en el molde. Ya tienes tu cheesecake, ahora sólo falta refrigerarlo durante un par de horas para que tome una consistencia sólida. Antes de servir, derrite el chocolate a baño maría o en el micrrondas, y viértelo por la superficie. Corta en trocitos los kinder bueno restantes y decora.