Si estás pensando en preparar algún tipo de salsa o puré para utilizarlo después, lo mejor es conservarlo en frasco. Elige frascos gruesos y firmes, y llénalos hasta 3/4 de su capacidad. De esta manera, cuando el contenido aumente su volumen en el congelador, tendrá espacio suficiente. Recuerda que, una vez tu preparación descongelada, no puedes volverla a congelar, así que no está de más guardarla en porciones más pequeñas que puedas utilizar en cualquier momento.