Si os gusta el queso, entendemos que os apetezca preparar un bocadillo o comerlo con un poco de membrillo o mermelada, pero si el olor es fuerte, podemos molestar a nuestros compañeros de viaje, no tenemos porqué obligarlos a soportar el olor. Si vas a transportar el queso para comerlo durante tu estancia o es un regalo para alguien a quien vayas a visitar, intenta empaquetarlo bien aislándolo correctamente.