CREMA DE AHUMADOS
No hace falta que os toque el gordo de Navidad para hacer este plato. Es barato, barato, a pesar de llevar salmón, un pescado que hace unos años tenía fama de caro porque solía ser de importación, preferentemente de Noruega. La salmonicultura, o sea la cría de esta especie en granjas marinas, ha abaratado su precio y seguramente también su calidad. Pero no se puede tener todo en la vida. A lo que íbamos. El salmón ya no hay que consumirlo únicamente sobre una triste rebanadita de pan tostado o a la oriental, tipo sushi. También se puede hacer una crema de ahumados si emparejamos el salmón con la trucha. Es un matrimonio de conveniencia, pero para el caso ya vale.