Tarta de queso fácil

De

  • 10
  • Fácil
  • 15 minutos
  • Económico

Ingredientes

  • - 25 galletas tipo María
  • - 100 gr de mantequilla
  • - 200 ml o 260 gr de leche condensada
  • - 1 sobre y medio de gelatina neutra Royal (15 gr)
  • - 300 gr de queso cremoso tipo Philadelphia o Mascarpone
  • - 200 ml de nata para montar
  • - agua caliente para la gelatina
  • - 200 gr de confitura de frambuesas o de vuestra mermelada favorita

Preparación

Paso 1

En un bol introducimos las dos tarrinas de crema de queso Philadelphia. Añadimos 1/2 bote de leche condensada y mezclamos con la batidora.
El paso más complicado viene por el tema de la gelatina: Vaciamos el contenido de un sobre de gelatina neutra Royal en un bol que esté seco. De 300 ml de agua (1 vaso y medio) de agua fría, separamos una tacita y la añadimos a la gelatina. Ponemos el resto del agua en un cazo al fuego hasta ebullición (o al micro directamente 2 minutos). Retiramos y vertemos el agua en el recipiente donde se había dejado la gelatina. Removemos hasta su completa disolución y mezclamos con la crema de queso y leche. Batimos ligeramente toda la mezcla para que quede homogénea y sin ningún grumo.

Paso 2

Montamos la nata. TRUCO: El frío. Al contrario que en el merengue (que debe estar a temperatura ambiente) la nata debe utilizarse fría. La nata, el azúcar y el recipiente deben estar recién salidos de la nevera. Batimos el azúcar y la nata con las varillas hasta que quede compacta. Os aseguro que con el truco del frío sale perfecto.
Mezclamos la nata montada con la mezcla del queso pero de manera suave. Utilizamos mejor una espátula de madera o silicona para que no baje la nata.
Sacamos el recipiente con la base de galleta de la nevera y echamos la crema de queso. Volvemos a introducir en la nevera unas 3-4 horas.

Paso 3

Echamos en un cazo la confitura o mermelada y 2 cucharadas de agua. Calentamos de manera suave hasta que se forme un sirope. Apartamos del fuego y en el mismo recipiente donde esta la tarta de queso ya fría echamos el sirope de manera homogénea (como está líquido es bastante fácil). Y otra vez a la nevera durante unas horas, debe estar muy fría para su degustación.
Esta tarta la podemos acompañar de nata montada, de nuestro helado preferido o de un buen café o té.