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Ingredientes
- 500 g de carne picada (yo utilizo 250 g de ternera y 250 g de cerdo mezcladas)
- 250 g de níscalos
- 2 yemas de huevo
- un chorrito de vino seco de Jerez
- 100 ml de vino blanco
- un trocito de jamón picado (no mucho)
- 3 dientes de ajo
- 1 cebolla
- harina
- perejil
- sal
- pimienta
- 1 guindilla
- aceite de oliva
Especificaciones
Adapted from victoria-diaadia.blogspot.com.es
Preparación
Paso 1
Aliñamos la carne con los dos dientes de ajo muy picado, las dos yemas de huevo, el chorrito de vino de Jerez, sal, pimienta y perejil picado. Mezclamos bien y lo dejamos cuatro horas mínimo para que coja sabor (yo lo he dejado toda la noche)
Formamos las albóndigas, las pasamos por harina y las freímos en el aceite de oliva. Según van estando doradas las sacamos y las colocamos en una cacerola y reservamos.
Limpiamos la sartén y colocamos en ella un poco de aceite y la cebolla picada. Cuando comience a ponerse transparente, agregamos una cucharada de harina y le damos unas vueltas para que se tueste. A continuación vertemos el vino blanco y mezclamos (en este punto si no os gusta encontraros los trocitos de cebolla podéis poner la salsa en el vaso de la batidora y triturar (yo lo he hecho así porque me parece que la salsa queda mejor)
Volcamos la salsa sobre las albóndigas que teníamos reservadas, las terminamos de cubrir con agua y las dejamos cocer 15 minutos.
Entretanto limpiamos los níscalos con cuidado y los troceamos. Ponemos una sartén al fuego con un fondo de aceite, el ajo muy picadillo y la guindilla. Picamos el jamón y lo incorporamos a la sartén junto con los níscalos, salamos y dejamos que se hagan 5 minutos. Pasado este tiempo los incorporamos a las albóndigas, añadimos perejil picado, rectificamos de sal y dejamos que se cocine todo junto otros 5 minutos.
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