- Media
- Medio
Ingredientes
- 450 gramos de harina de fuerza
- 3 gramos de sal
- 70 gramos de azúcar
- 5 gramos de canela molida y otros 5 gramos de jengibre
- 25 gramos de mantequilla
- 1 huevo
- 200 cc de leche tibia
- 20 gr de levadura fresca
- 70-100 gr de pasas sultanas
- la ralladura de media naranja
- Para el brillo final: mermelada de mango
Preparación
Paso 1
En un bol tamizamos la harina y la levadura, añadimos la sal, el azúcar y las especias. Removemos bien. Con los dedos vamos integrando la mantequilla cortada en cubos a la harina, hasta que no se distingan grumos de mantequilla y se vea una mezcla arenosa.
Añadimos las frutas deshidratadas, mezclamos para que queden bien impregnadas en la harina. Damos forma de volcán a la mezcla y vamos echando en el hueco los huevos y la leche, poquito a poco y mezclándolo con la harina de al rededor para que quede bien integrado.
Mezclamos con las manos, si queda demasiado pringosa añadimos algo más de harina, debemos conseguir poder trabajarla con las manos, pero que no quede una masa dura, si no más bien blanda, elástica y un poco pringosa.
Pasamos la masa a la encimera y la amasamos durante 10 minutos. Cuando esté lista la devolvemos al bol, la tapamos con un paño de cocina o film transparente y la dejamos reposar en un lugar cálido hasta que doble su volumen, al rededor de una hora.
Pasado este tiempo sacamos la masa del bol y le damos unos golpes contra la encimera para que pierda el exceso de aire. La pesamos, y la dividimos en 12 bollitos individuales.
Redondearemos con las manos cada bollito y los vamos colocando en un bandeja de horno sobre la que habremos puesto un papel de horno. Es recomendable colocarlas un poco separadas.
Colocamos la bandeja dentro de una bolsa de plástico, procurando que la masa no toque la bolsa, y las dejamos levar otros 45 minutos en un lugar cálido, o hasta que los bollitos doblen su tamaño. Otra opción es meterlas al frigorífico y dejarlas levar toda la noche.
Cuando hayan doblado su tamaño es el momento de hacerles la cruz, para ello mezclamos la harina y el agua y la metemos en una manga pastelera o un bolsa, cortamos la punta y dibujamos la cruz en cada bollito.
Precalentamos el horno a 200°C con calor arriba y abajo y sin aire. Cocinamos los bollitos durante 15 minutos, deben quedar bien dorados. Mientras preparamos el glaseado, mezclando la leche y el azúcar. Nada más salir los bollitos del horno, aun calientes, los pintamos con el glaseado y los dejamos templar sobre la bandeja del horno.