Arroz al horno

De

(las cantidades son para 4 personas aproximadas, pero puedes variar a tu gusto)

  • 4
  • Media
  • Medio

Ingredientes

  • 500 g de arroz redondo
  • 1 L de caldo de carne o pollo (o agua hirviendo)
  • 300 g de costilla de cerdo
  • 250 g de panceta de cerdo
  • 4 Morcillas de cebolla
  • 3 Patatas medianas
  • 2 Tomates maduras grandes
  • 250 g de garbanzos hervidos
  • 1 Cabeza de ajos
  • 1 Cucharada sopera de pimentón rojo
  • Sal
  • Aceite de oliva
  • Colorante

Preparación

Paso 1

Precalienta el horno a 200°.
Pela las patatas y las cortas a rodajas de 1 centímetro aprox.
Un tomate lo cortas en rodajas igual que las patatas.
El otro tomate lo rallas o lo trituras.
A la cabeza de ajos le haces unos cortes.
Añade una cucharada de colorante al caldo.

Paso 2

Pon una sartén a fuego medio y le añades 4 cucharadas de aceite de oliva.
Cuando esté caliente añades las costillas y le echas un poco de sal.
Las sofríes hasta que queden doradas, añades la cabeza de ajos y lo sofríes todo junto un par de minutos.
Retira las costillas y las pones en la cazuela de barro o bandeja de horno, deja la cabeza de ajos en la sartén.
Echa el arroz en la sartén y el pimentón rojo, lo mezclas bien y añades el tomate triturado, lo sofríes todo junto un minuto.
Vierte el arroz y la cabeza de ajos en la cazuela.
Agrega los garbanzos en la cazuela.
Vierte el caldo y reparte bien el arroz por toda la cazuela. (La relación ideal de caldo es el doble menos uno de caldo que de arroz)
Pruébalo de sal y si hiciera falta lo rectificas. Añade las rodajas de tomate, las rodajas de patata y las morcillas, repártelas por la cazuela. ((Píncheles la piel para que no revienten y se esparza por todo el arroz) Corta la panceta en trozos y a la cazuela.
Le echas un poco de sal por encima del tomate, la patata y la panceta.
Lo introduces en el horno a 200° durante 40 minutos aproximadamente.
Pasado este tiempo ya lo tienes listo, si te gusta más tostado déjalo unos minutos más.

Puedes utilizar garbanzos de bote que vienen ya hervidos o garbanzos secos, los pones a remojo y los hierves.