- 2
- Fácil
- 10 minutos
- 10 minutos
- Económico
Ingredientes
- 1 Bolsa de espinacas frescas, o congeladas.
- Para la bechamel:
- - 1 cucharada de mantequilla
- - 1/2 litro de leche
- - 1 cucharada de harina
- - sal
Preparación
Paso 1
Se cuecen las espinacas. Si son frescas, se ponen en una cazuela con agua fría y sal, cuando empieza a hervir se espera dos minutos y se apaga. Si son congeladas, se ponen en agua hirviendo con sal el tiempo que diga el fabricante. Generalmente, desde que se descongelan se dejan 5 minutos y se escurren bien.
Se dejan escurriendo en un colador.
Paso 2
Para hacer la bechamel, se pone una cucharada de mantequilla o margarina en una sartén y cuando está líquida, se pone la cucharada de harina, se revuelve en la mantequilla para que se tueste y antes de que se queme, se va echando la leche y removiendo poco a poco, despacio para que se vaya incorporando a la harina y no queden grumos. Se echa sal y se va poniendo leche, hasta que se quede una pasta fina. Si no se deshacen los grumos, se puede pasar con la batidora.
Paso 3
Cuando la bechamel está lista, se incorpora a la sartén las espinacas escurridas y se revuelve todo para que coja sabor, y se vuelca en una fuente.
Si se quiere gratinar, se pone queso rallado por encima y se mete al horno.
Si se quiere crema de espinacas, cuando están incorporadas a la bechamel, se pasa todo con la batidora.