- 2
- Media
- Medio
Ingredientes
- 250gr de fresones
- 2 plátanos
- 250ml de leche
- 200ml de nata para montar azúcar
- un poco de chocolate
Preparación
Paso 1
Lo primero es lavar los fresones y quitarles el pedúnculo. Luego los troceamos un poco y hacemos lo mismo con los plátanos, no sin antes pelarlos, obviamente. En un recipiente adecuado, colocamos los fresones, el plátano y los 250ml de leche. Trituramos bien con la batidora hasta que se forme un batido. La clave está en ajustar bien su densidad. Para ello, podemos ir añadiendo leche hasta conseguir la textura deseada. Tiene que poder sorberse fácilmente con una pajita, pero una vez en el paladar ser cremoso. Aprovechamos también para añadir azúcar al gusto y reservamos. Ahora llega el momento de montar la nata, claro que este paso nos lo podemos saltar recurriendo a la típica nata de bote, pero la diferencia de sabor hace que merezca la pena el esfuerzo. Una vez montada la nata, y valiéndonos de una manga de pastelero, decoramos nuestro batido. Para hacerlo irresistible podemos espolvorear un poco de chocolate rallado o, si queremos alcanzar la perfección, rematarlo con unas deliciosas virutas de chocolate. (Se puede sustituir azúcar por miel y quitar la nara y el chocolate si se quiere que sea más sano y con más proteina)
Paso 2
* 300 g de fresas
½ plátano maduro
200 g de leche
2 cucharadas de nata líquida
100 g de hielo
2 hojas de menta frescas
250 g de nata líquida
½ vaina de vainilla
1 c/s de azúcar glass
Paso 3
Con ayuda de una batidora, batir la nata líquida con los granos de la vaina de vainilla y el azúcar glass y reservar en frío. Lavar y limpiar las fresas. Colocarlas en un bol con la cerma doble, le leche, el plátano, las hojas de menta y los hielos. Mezclar con la batidora hasta obtener una mezcla homogénea y untuosa. Verter el batido en vasos y agregar encima una cucharada de la crema batida de vainilla. Decorar con cuadrados de fresa.