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Ingredientes
- Zumo de pomelo: 350 mililitros.
- Azúcar: 90 gramos.
- Ralladura de limón: 1 cucharada.
- Fresas: 250 gramos.
- Leche condensada: 200 gramos.
- Nata 35% M.G.: 200 gramos.
- Huevos: 3.
- Gelatina en hojas: 3.
Especificaciones
Dificultad Media
Coste Medio
Preparación
Paso 1
En un recipiente con agua fría ponemos 5 minutos las hojas de gelatina para hidratarla.
Paso 2
Mientras se remojan hacemos el zumo de pomelo, lo colamos y lo echamos en un cazo con el azúcar. Calentamos a fuego medio hasta que alcance los 60°C. Si no tenemos termómetro de cocina tendremos que estar atentos para que no llegue a hervir.
Mientras se calienta, removemos para que el azucar se vaya deshaciendo y no se pegue al fondo.
Paso 3
Cuando el zumo está caliente, escurrimos la gelatina y la añadimos al zumo, removiendo bien para que se deshaga. Dejamos que la mezcla se enfríe.
Paso 4
En un bol grande, mezclamos la leche condensada con las yemas de huevo. Reservamos las claras.
Paso 5
Lavamos las fresas y las cortamos en trocitos.
Paso 6
Cuando el zumo de pomelo esté frío lo echamos en el bol de la leche condensada y removemos con unas varillas para que se mezclen bien.
Paso 7
Montamos la nata muy fría con las claras de huevo y un pellizco de sal. Cuando estén al punto de nieve las añadimos al bol donde está el resto de la mezcla y mezclamos con una pala de silicona con movimientos envolventes.
Paso 8
Añadimos las fresas y volvemos a mezclar.
Paso 9
Repartimos la mousse en los recipientes donde vayamos a servirla y los metemos en la nevera hasta que se enfríen.
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