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Perfectos para un desayuno o merienda de cuaresma. Una receta digna de las abuelas que pasa de generación en generación. Su textura crujiente al exterior y su delicado sabor a anís te conquistarán.
Ingredientes para 4 personas:
100ml de aceite suave
200g de azúcar
3 huevos
La ralladura de 1 limón
65ml de anís dulce
1 sobre de levadura en polvo
1 pizca de sal
600g de harina
Aceite para freír
Azúcar, para espolvorear
Preparación:
En un bol mezcla el aceite suave con el azúcar, los huevos, el anís y la ralladura.
A continuación, incorpora la harina, sal y levadura por partes, mezclando para que no se formen grumos.
Forma una bola con la masa. Si necesitas, añade un poco más de harina. Amasa unos minutos.
Toma un trozo de masa del tamaño de una pelota de ping pong, hazla rollito y enróscala. Repite con el resto de la masa.
Calienta el aceite en una olla y fríe los roscos durante unos 5 minutos, o hasta que estén dorados.
Retira con una espumadera, coloca sobre papel absorbente y espolvorea con azúcar.