A veces nos cuenta mucho decir las cosas a la otra persona.
Puede que nos cueste encontrar el momento o las palabras para decirle algo al otro que nos ronda por la cabeza.
A menudo hay cosas que hace la otra persona que nos molestan, y sin embargo no somos capaces de decírselo, o no somos capaces de que la otra persona se sienta bien para decírnoslo. Por eso, hay que hacer un pequeño esfuerzo, y sentarse a hablar de vez en cuando para comentarle al otro las cosas que no funcionan.
Con paciencia y mucho cariño, un auténtico drama puede convertirse en una tontería que se resuelve en segundos si nos ponemos de acuerdo con nuestra pareja.