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Las reglas de oro para reducir al máximo los desechos en la cocina

De,
Rebañando

Cocinar en casa, utilizar las cáscaras y reciclar los restos

Mientras más compres platos preparados o precongelados, más desechos vas a producir. Al evitar este tipo de productos y al cocinar lo máximo posible a partir de productos frescos, reducimos drásticamente estos desechos. El problema es que, hoy en día, en la mayoría de las familias, todos trabajan, así que el tiempo disponible para la cocina es muy limitado. Sin embargo, se puede cocinar durante el fin de semana y seguir recetas simples.

 

Puedes preparar grandes cantidades de sopas de verduras y carnes guisadas, y refrigerarlas en varias porciones, en función de las necesidades de la familia. También es una buena idea hacer lentejas, frijoles y vegetales que solo tengas que recalentar y servir durante la semana. 

 

Además, es recomendable preparar salsas caseras en lugar de comprarlas ya listas: la mayonesa, el kétchup e incluso la mostaza son salsas muy fáciles de preparar en casa. Asimismo, para evitar los productos empaquetados individualmente, podemos hacer postres y dulces para la merienda de los niños.

 

Recicla los restos: puedes rallar el pan duro, hacer croquetas con el arroz viejo y con las frutas que estén demasiado maduras se hacen excelentes smoothies o postres con frutas.

 

Por otra parte, al cocinar las cáscaras y la piel de ñas frutas y vegetales, no solo reduces los desechos, sino que también ahorras dinero. Por ejemplo, ¿sabías que las vainas son deliciosas si las hierves y luego las sofríes con aceite, cebolla y pulpa de tomates? ¿o que con la piel de las papas y de las zanahorias se hacen unas chips riquísimas? ¿O que si licúas el tallo del brócoli o de las alcachofas, o la cáscara de las calabazas, puedes hacer unas cremas magníficas?


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