¡El color naranja invade tu mesa de postres!
Rebañando

© 750g
Bizcocho de maracuyá y mango
Ingredientes
- 1 y 1/2 tazas de harina (170 gr)
- 1/2 cucharadita de levadura
- 1/4 cucharadita de bicarbonato
- 1/2 cucharadita de sal
- 115 gr de mantequilla sin sal
- 200 gr de azúcar
- 2 huevos
- 1 cucharada de pasta concentrada de fruta de la pasión
- 100 ml de buttermilk*
- ralladura de 1 limón
- mango deshidratado (a gusto)
- 100 gr de azúcar glas
- 1 tsp de extracto de vainilla
- 1 tbsp de leche
*Para hacer el buttermilk en casa ponemos 1 taza de leche a temperatura ambiente y le añadimos 1 cucharada de zumo de limón, lo dejamos reposar 5-10 minutos y cuando veamos que se cuaja es que ya está listo.
Es importante que antes de empezar nos aseguremos que todos los ingredientes están a temperatura ambiente
- Pre-calentar el horno a 170º
- Engrasar el molde a utilizar y esparcir un poco de harina para que se desmolde con más facilidad.
- Tamizar en un bol aparte harina, levadura, bicarbonato y sal todo junto.
- Batir la mantequilla con el azúcar hasta que la mezcla esté cremosa.
- Añadir los huevos de uno en uno, batiendo bien después de cada adición.
- Añadir la pasta de fruta de la pasión y la ralladura de limón.
- Bajamos la velocidad y vamos añadiendo la mezcla de harina, levadura, bicarbonato y sal en tres veces alternando con el buttermilk, empezando y acabando con la mezcla seca. Mezclar bien hasta integrar todos los ingredientes.
- Por último añadimos el mango deshidratado que habremos cortado en trozos pequeños y mezclamos con una espátula haciendo movimientos envolventes.
- Verter la mezcla en el molde. Hornear durante unos 45 minutos, hasta que quede dorado y al insertar un palillo éste salga limpio.
- Dejar reposar en el molde 15 minutos y después lo pasamos a una rejilla para que se enfríe del todo.
- Mientras se enfría en la rejilla podemos preparar el glaseado para decorar, yo me he decantado por un glaseado de vainilla que contrasta con el sabor ácido del maracuyá.
Mezclamos el azúcar glas con el extracto de vainilla y un poco de leche y vamos añadiendo más hasta que encontremos la textura deseada.Rociamos el pastel aún en la rejilla para que resbale el glaseado sobrante.