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Rebañando

leche de avena

Se trata de una opción muy económica, con un alto contenido de fibra, proteínas y vitaminas. Además es de fácil digestión y libera azúcares lentos para tener energía a lo largo del día. Otra de sus ventajas es que puedes utilizarla como enjuague para el pelo o en la preparación de mascarillas naturales, ya que la avena tiene muchas propiedades calmantes e hidratantes. 

La preparación es similar a la de la leche de ajonjolí. Remoja durante la noche 1 vaso grande de avena con bastante agua. Por la mañana, retira el agua, enjuaga los copos de avena y exprímelos un poco. Después licua con 2 o tres vasos de agua, según quieras tu leche de avena más espesa o más líquida. Finalmente cuela con trapo fino o un colador y aplasta los copos para que liberen toda el agua. Puedes aprovechar los restos para hacerte una mascarilla corporal o calmar las irritaciones del cuero cabelludo. La leche de avena dura 3 o 4 días en el refrigerador, guardándola en un recipiente con tapadera.