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Las 7 cosas que no debes hacer si no quieres que los camareros te odien

De,
Rebañando

 

Las 7 cosas que no debes hacer si no quieres que los camareros te odien

Almorzar o cenar en un restaurante es un placer, una ocasión de relajarse y pasar un buen momento entre amigos, familia o, por qué no, solo. Pero incluso este momento de esparcimiento puede torcerse, sobre todo si conseguimos ponernos en contra al camarero o camarera. Para no verse nunca en una situación de este tipo, convendrá evitar:

 

Reservar para 4 personas y que acaben siendo 6

 

Nada correcto, sobre todo si se trata de un restaurante pequeño y habitualmente lleno. El camarero se verá obligado a colocar las sillas de más allí donde probablemente dificulten más la circulación para el resto de personas y trabajadores. Avisa con antelación.

 

Preguntarle «¿Qué me recomienda?»

 

Para gustos, los colores. Si el plato está en la carta es porque el cocinero está satisfecho con él. No será el camarero quien diga lo contrario.

 

No devolverle el saludo o no mirarlo cuando estás pidiendo

 

Parece una cuestión básica de educación pero sigue, sin embargo, ocurriendo muy a menudo. Aunque la carta acapare toda nuestra atención mientras estamos decidiendo, es cortés establecer un mínimo contacto visual con nuestro camarero en el momento de pedir, así como también lo es saludarlo cuando entremos en el establecimiento.

 

Pedirle que divida la cuenta entre 5

 

Estamos en todo nuestro derecho de querer pagar separadamente, caso muy habitual cuando se trata de un almuerzo entre amigos o colegas de trabajo. No obstante, el camarero tiene sin duda muchas más cosas de las que ocuparse en el momento y a nosotros solo nos toma unos pocos segundos hacer el cálculo con nuestro teléfono.

 

Decirle que se ha equivocado con la comanda

 

Suele pasar que encargamos al camarero una pequeña alteración de nuestro plato con respecto al que hay en la carta (retirar un ingrediente, sustituir una guarnición por otra...) y luego no llega tal y como lo habíamos pedido. El 90% de las veces la culpa es del chef, que ha pasado por alto ese pequeño detalle mientras se ocupaba de otros muchos platos simultáneamente. Así pues, dilo con tacto y no lo acuses directamente de haberse equivocado.

 

Chasquear los dedos para llamarlo

 

Sí, los hemos visto (y quizás incluso hecho) miles de veces, pero no por ello deja de ser un gesto de muy mala educación. Imagina por un momento que tus compañeros de trabajo te llamaran de esta misma manera, ¿cómo te sentirías?

 

Cambiar completamente la composición de un plato

 

Una cosa es pedir un ingrediente extra o una guarnición distinta y otra muy distinta es pedir la lasaña de espinacas sin espinacas, lo que además de absurdo será imposible de hacer en cocina.

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He sido garrotero y mesero y solo estoy de acuerdo con los dos últimos. Si un mesero se molesta por los primeros puntos citados, mejor que se dedique a otra cosa, pues se esta para satisfacer al cliente y ganarse así una buena propina.

Comentario de

pedir la recomendación
del plato no es desagradable al contrario es una buena oportunidad para el camarero vender el plato mas rápido y cómodo de elaborar para un chef y o cocinero, ademas si el cliente pide recomendación es porque o bien no se decide por un plato en especifico o no le llama la atención ninguno de los mismos.

Comentario de

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