© Getty Images
Tostadas francesas
Nunca vuelvas a comer tostadas francesas tristes y empapadas. Puedes pensar que el frágil pan de sándwich puede hacer frente a la tarea, pero estarías equivocado. Corta tus propias rebanadas de una hogaza fresca de aproximadamente 1 a 2 dedos de grosor. El brioche es bueno para agregar dulzor. Además, no te limites a batir huevos y leche para rebozarlo. Consérvalo en un cuarto de taza de leche y 1 huevo por cada 2 rebanadas. Y para evitar que el sabor a huevo abrume las tostadas, utiliza solo las yemas de huevo. No omitas los aromas agregados: canela, azúcar morena, extracto de vainilla. Por último, prueba a cocinar tu tostada francesa en aceite vegetal, no en mantequilla, que tiene un punto de humo bajo y por lo tanto una mayor tendencia a quemar tu pan.