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Mira las branquias
Cuando el pescado es recién sacado del agua, sus branquias son bastante rojas y tienen un aspecto fresco. Con el tiempo, ese tono va disminuyendo y acercándose más a un color blanquecino. De ahí que estas sean el mejor indicador del estado de un pescado. Al tacto, las branquias deben sentirse limpias y frías, no pegajosas ni viscosas.