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La receta del tocino de cielo se remonta a los monasterios de Jerez de la Frontera en Andalucía desde hace 500 años y, al igual que otros dulces conventuales, se prepara principalmente con yemas de huevo y azúcar. Antiguamente se utilizaban claras de huevo en la elaboración de v ino en los monasterios. Los sobrantes de yemas eran entregados después a las monjas para su utilización. Por su consistencia al momento de cocinarse y su sabor, resultó el ingrediente ideal en la preparación de dulces. Con un poco de caramelo casero el resto fue historia. Actualmente se busca registrar su denominación de origen controlada.