Helado de té matcha

De

Es un helado que tiene un sabor suave a té matcha y quedando muy cremoso.

  • 4
  • Fácil
  • 30 minutos
  • 5 minutos
  • 240 minutos
  • Medio

Ingredientes

  • 10 gr. de té matcha
  • 200 ml. de leche desnatada (pero puede ser semi o entera, quedará más cremoso aún)
  • 200 ml. de nata para montar
  • 4 yemas (en la original ponen 3 pero el último huevo nos salió con dos yemas)
  • 60 gr. de azúcar blanco
  • 40 gr. de azúcar invertido.

Preparación

Paso 1

En primer lugar pondremos la leche a calentar a fuego medio menos unas dos cucharadas. Por otra parte, mezclamos en un bol el té con una cucharada de azúcar y echamos la leche que habíamos reservado y removemos hasta que quede una pasta con todo disuelto (quedará de un color verde intenso).

Paso 2

Cuando la leche esté caliente le incorporamos la mezcla con cuidado de que no hierva y removemos bien para que quede todo integrado.

Paso 3

En otro bol separamos las claras de las yemas y a estas últimas le echamos todo el azúcar, el blanco y el invertido removiendo con unas varillas. Lo incorporamos a la leche caliente removiendo bien para que no se pegue y esperamos a que hierva pero tampoco que lo haga muy fuerte, con un hervor suave es suficiente.

Retiramos del fuego y dejamos que enfríe. A los diez minutos, que ya habrá perdido parte del calor, nos ponemos a montar parcialmente la nata, no es necesario montarla del todo. Y en el mismo bol donde la hayamos montado, añadimos la crema de té matcha que habrá espesado, mezclando todo con movimientos envolventes.

Paso 4

Cuando lo tengamos bien mezclado lo metemos en la heladera (la nuestra es de las que necesita que la cubeta esté un día en el congelador), y dejamos que vaya congelándose aproximadamente unos 20 minutos. Debe quedar como una crema espesa.

Paso 5

Cuando tenga ya esa textura, lo pasamos a un recipiente apto para congelación (en nuestro caso un tupper) y lo dejamos en el congelador sobre unas dos horas. Una vez pasado ese tiempo quedará un helado casero de té matcha perfecto. Lo ideal es sacarlo unos 5 - 10 minutos al menos antes de tomarlo, así no estará tan duro a la hora de servir sino con una textura más agradable y cremosa.

* También se puede hacer sin heladera. Se siguen todos los pasos, y cuando se tenga la crema hecha se pone directamente en el tupper y al congelador. Tendremos que ir sacándolo cada media hora aprox. y removiendo con una espátula de madera para deshacer lo congelado hasta que se haya endurecido lo suficiente.

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