Pastel de chocolate blanco

De

Se trata de una tarta fresquita, perfecta para culminar una comida copiosa y que triunfa siempre. Además, no necesita horno, así que ¡éxito asegurado!

  • Fácil
  • 30 minutos
  • 120 minutos
  • Económico

Ingredientes

  • Para una tarta grande, como para unas 10 personas
  • Galletas de las que más nos gusten (las necesarias para cubrir la base del molde que vayamos a usar)
  • 500 ml. de nata líquida (nata para montar, aunque no la montaremos)
  • 1 vaso de leche
  • 3 sobres de cuajada royal
  • 2 tabletas y media de chocolate blanco. Si es para postres, mejor, aunque no se encuentra fácilmente fuera de las grandes superficies. Esta tarta la hice con el de mercadona, tranquilamente
  • 5 cucharadas soperas de azúcar

Preparación

Paso 1

Cubrimos toda la superficie del molde con las galletas elegidas.

Paso 2

Ponemos a calentar, a fuego medio, la nata con el azúcar y el chocolate blanco partido en trocitos. Removemos para evitar que se nos queme y para que el chocolate se deshaga.
Mientras tanto, disolvemos los 3 sobres de cuajada en el vaso de leche, procurando que no queden grumos. Reservamos.
Cuando la mezcla de nata comience a hervir, bajamos el fuego y añadimos el vaso de leche con la cuajada disuelta. Removemos bien para que se mezcle y dejamos un par de minutos sin dejar de remover.

Paso 3

ertemos la mezcla en el molde. Como las galletas están secas, es decir, no están pegados al molde, comenzarán a flotar. Tenemos que procurar que se humedezcan con la mezcla para que no se queden secos, pero flotarán igualmente. Mejor porque así, cuando desmoldemos la tarta, quedarán en la parte de abajo y harán de base.

Paso 4

Dejamos templar una media hora y metemos al frigorífico. Deberá reposar en frío al menos dos horas; si es de un día para otro, mucho mejor.
Para servir, desmoldamos con cuidado (como veis en la primera foto, a mí se me chafó un poquito por la esquinita del corazón, una penilla) dando la vuelta a la tarta para que las galletas queden en la parte inferior.

Se puede espolvorear la superficie, después de desmoldar la tarta, con cacao en polvo. Yo suelo hacerlo, pero en esta ocasión preferí dejar que se luciera la forma del molde corazón.

También te gustará

También te gustará