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Me tiembla el párpado, ¿debo preocuparme?

De,
Rebañando


Es incómodo e incontrolable, con lo cual puede llegar a ponernos de los nervios con mucha facilidad (algo así como el hipo). Y no, no tienes un tic. Como habrás observado, ese molesto temblor en el ojo va y viene: podemos pasar largas temporadas sin sufrirlo tanto como puede fastidiarnos varias veces en el mismo día. ¿Sabes cuáles son sus causas? El blefaroespasmo, que así se llama, puede deberse a:

1. El estrés. El estrés, tan desgraciadamente aceptado estos días, es una reacción instintiva de nuestro organismo a situaciones de alta tensión o peligro, en las que nuestra respuesta natural sería sencillamente escapar. Como no hacemos eso, nuestros músculos y nervios se tensan, dando lugar a estos espasmos.

2. Forzar la vista. Si pasas toda tu jornada de trabajo frente a la pantalla de un ordenador, no busques más: esa es la causa. ¿Necesitas gafas pero a veces no las usas? Aún peor.

3. La cafeína y el alcohol. Ambos nos sobreexcitan, lo que puede no tener mayores repercusiones si nos encontramos en una situación perfectamente cómoda. Cuando no es así, no hacen más que contribuir a que aparezcan estos temblores.

4. Falta de lubricación. Últimamente cada vez pasamos más tiempo mirando las pantallas de nuestros teléfonos. Esto reseca el ojo y hace trabajar más de la cuenta al párpado, que intenta distribuir la lágrima lo mejor y más uniformemente posible, con el ya conocido resultado.



¿Existe alguna manera de controlarlo? Aunque no hay una solución mágica, estos consejos pueden mejorar mucho la situación:

1. Si crees que se trata de estrés, trata de enfrentarte de una manera más calmada al foco de esa presión que lo causa.

2. Si, por el contrario, piensas que en tu caso está ocasionado por la cantidad de horas que pasas frente a dispositivos electrónicos, acostúmbrate a utilizar lágrimas artificiales.

3. Trata, por supuesto, de dormir bien y mantenerte alejado de la cafeína y el alcohol, al menos en tu rutina diaria.

4. En el momento en que te esté ocurriendo, mójate la cara y los párpados mientras mantienes los ojos cerrados durante unos segundos. Esto ayudará a aliviar la tensión de los músculos faciales.


5. Si el problema persiste seguidamente más de una semana, no dudes en ir al médico.


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