Cuando se trata de congelar comidas preparadas, es importante seguir ciertos protocolos para mantener una calidad, sabor y textura óptimos. Aquí hay algunas reglas básicas a seguir para obtener mejores resultados.
Practica una buena higiene: cuando prepares tus alimentos, asegúrate siempre de lavarte las manos y de utilizar una superficie de trabajo limpia y desinfectada, así como bolsas o recipientes herméticos aptos para el congelador.
Congelar lo antes posible: una vez cocidos, deja que tus platillos se enfríen por completo y luego colócalos inmediatamente en el congelador. Esto asegura que estén congelados en el estado más fresco y sabrán mejor cuando los prepares más tarde.
Divide tus comidas: en lugar de colocar un plato grande o las sobras en el congelador, ponlos en recipientes individuales del tamaño de una porción. De esa manera, puedes tomar una parte cuando lo necesites, y le llevará mucho menos tiempo descongelar y recalentar.
No descongeles y vuelvas a congelar: nunca vuelvas a congelar alimentos o comidas que ya se hayan congelado y descongelado. La única excepción es cuando tienes alimentos crudos congelados que cocinarás completamente, entonces puedes volver a congelarlos de manera segura.
Etiqueta y almacene correctamente: Siempre etiqueta tus comidas con el nombre de cada plato, la fecha de preparación y la fecha en que las agregaste al congelador. Guarda la comida de acuerdo con la fecha en que la preparaste, con las preparaciones “más antiguas” accesibles y visibles al frente.