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Langosta
La langosta fresca y en buen estado debe estar viva y coleando. Es por eso que en los restaurantes suelen tenerlas en exhibición, para garantizar su frescura. Al elegir, fíjate que no tenga ninguna mancha negra por debajo, y que su carne luzca rosada. También, si la langosta es livana, quiere decir que ha estado mucho tiempo fuera del agua. Aunque este animal puede vivir varios días en tierra, para que sea apto al consumo debe haberse mantenido húmeda durante todo el tiempo.