Thomas Jefferson, un auténtico padre fundador de la comida reconfortante, fue quien introdujo los macarrones con queso en Estados Unidos, después de probar platos de pasta en Francia e Italia. Tan enamorado estaba de este plato que incluso importó una máquina de pasta y sirvió una versión horneada en Monticello y en las cenas de Estado. Su versión de esta delicia cremosa y con queso contribuyó a convertirla en un clásico americano.
Ingredientes para 4-6 personas:
8 onzas de macarrones
2 cdas de mantequilla
2 cdas de harina
1 ½ tazas de leche
2 tazas de queso cheddar afilado rallado
½ cdta de sal
¼ cdta de pimienta negra molida
¼ cdta de nuez moscada molida (opcional)
½ taza de parmesano rallado (opcional)
Preparación:
Cocer los macarrones en agua hirviendo con sal hasta que estén al dente. Escurrir y reservar.
En una olla, derrite la mantequilla a fuego medio. Incorporar la harina y batir durante 1 minuto para formar un roux.
Añadir poco a poco la leche, sin dejar de batir, y cocer hasta que la salsa espese.
Incorporar el queso cheddar, la sal, la pimienta y la nuez moscada hasta obtener una salsa suave y cremosa.
Echar los macarrones cocidos a la salsa de queso y mezclar bien.
Para una versión horneada: Colócalos en un molde para horno untado con mantequilla, espolvorea parmesano por encima y cocina durante 2-3 minutos en modo grill hasta que se doren.
Sírvelos calientes y disfruta de un plato digno de un presidente.