AÚN HAY MÁS
Pero hay otro elemento diferenciador aún más sutil que este y es la velocidad en la que se disipa el sentimiento. Cuando se trata de atracción sexual el «flechazo» es instantáneo y suele irse tan rápido como llegó o —como máximo— puede durar algunos meses. De todas maneras, hay posibilidad de que ese tipo de interés, con el pasar del tiempo, se convierta en una atracción romántica.