Tarta de nata y queso con fresas

De

Tarta deliciosa y con una presentación muy bonita.

  • 8
  • Fácil
  • 50 minutos
  • Económico

Ingredientes

  • 1 paquete y medio de galletas (maría, tostarica, digestive...)
  • 130-140 gr de mantequilla
  • 500 ml de nata para montar
  • 50 gr de azúcar (para montar la nata)
  • 275 gr de queso de untar
  • 25 gr de azúcar (para la mezcla del queso)
  • 5 hojas de gelatina
  • 125 ml de leche
  • 1 kg de fresas
  • Bolas plateadas de azucar

Preparación

Paso 1

Trituramos las galletas, de forma que nos queden como polvo, lo mas finitas posibles. Derretimos la mantequilla y la vamos vertiendo poco a poco sobre las galletas, removiendo hasta formar una pasta compacta. NOTA: al igual que otras veces, puede que no tengamos que verter toda la mantequilla. Cuando ya tengamos una masa que sea compacta y firme, dejaremos de echar la mantequilla, con el fin de que no nos quede demasiado grasienta la base.

Paso 2

Pondremos sobre la base del molde, aplastando bien con una cuchara, y formando así la base de la tarta. La dejaremos en la nevera mientras continuamos.
Ponemos a hidratar las hojas de gelatina en agua fría.

Paso 3

En un cazo, pondremos el queso, la leche y los 25 gr de azúcar y lo llevamos a fuego bajo, removiendo constantemente, hasta que se derrita el queso y quede todo bien unido. En ese momento, apartamos del fuego un momento, y echamos las hojas de gelatina, previamente escurridas bien del agua, y removemos para que no se forme ningún grumo.

Paso 4

Volvemos a llevar al fuego, y lo tenemos hasta que este a punto de hervir, o de un primer hervor, siempre sin dejar de mover. Apartamos del fuego y vertemos sobre un bol. Reservamos y dejamos templar.
Batimos bien la nata junto con el azúcar hasta que nos quede bien compacta.

Paso 5

En el bol que teníamos la mezcla del queso, echamos la nata, y con movimientos envolventes y despacio, iremos uniendo las dos mezclas, hasta que quede todo muy bien unido.

Paso 6

Las fresas las lavamos y una vez que les quitemos el rabillo, cortamos la mitad en rodajas, y la otra mitad por la mitad.

Paso 7

Sacamos el molde con la base de la nevera, y vertemos la mitad de la mezcla de nata y queso sobre el. Lo extendemos sobre toda la superficie y ponemos sobre toda ella las fresas en rodajas.

Paso 8

Volvemos a verter lo que queda de nata y queso sobre las fresas y lo alisamos, de forma que nos quede todo bien distribuido.

Paso 9

Sobre esta capa, dispondremos las fresas como mas nos guste, y lo llevamos a la nevera hasta que se endurezca (unos horas o al día siguiente).

Paso 10

Desmoldamos y servimos. OPCIONAL: podemos poner bolitas de azúcar plateadas (en venta en cualquier supermercado) u otra decoración, como mas nos guste.

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