Solo hay dos tipos de personas: los que odian y los que aman esta comida 

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Lentejas

Bien lo dice el dicho "son lentejas: o las comes, o las dejas". Ya sea que te aterraran en tu infancia (¿cuántos de nosotros no tuvimos que pasar horas sentados frente a un plato frío de lentejas con la consigna de que había que terminarlas antes de salir a jugar?), o que fueran un plato más del menú semanal, lo cierto es que todas las infancias fueron impactadas por esta leguminosa. Para algunos, es un trauma no superado que los obliga a huír de los platillos de Cuaresma o llamar a la abuela dos días antes para interrogar discretamente cuál será el menú de la comida familiar de domingo. Creemos que, en parte, esta aversión se debe a las pocas recetas que solían tener nuestras madres y abuelas en su repertorio; ahora que conocemos las variedades verde o coral, que hemos descubierto el curry o las ensaladas con leguminosas, ya no nos resultan tan aterradoras.