Tortilla sin huevo ni patata y otras curiosidades que comían nuestros abuelos

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Gachas y polenta

Los cereales han sido la base de nuestra alimentación durante miles de años, gracias en parte a la posibilidad de guardarlos durante mucho tiempo y tener alimento incluso en los meses más difíciles. Entonces, alimentos como la avena, el trigo o la polenta han sido grandes aliados de las familias en épocas de crisis. 

En España, por ejemplo, se volvió común comer gachas dulces o saladas con los ingredientes que hubiera en casa. En Italia, en cambio, la polenta era la mejor aliada de las familias, que encontraban en este puré grueso y llenador una forma de calmar el hambre (y de paso, con bueno sabor). En América Latina, el maíz en todas sus variedades y las judías o frijoles cumplían con esta función, y salvaron a pueblos enteros por sus nutrientes.