Cuando preparas cocido, puede que te canses de comer lo mismo al cabo de varios días y pienses en tirar los restos de cocido, ¡pero no lo hagas! Ese es el momento perfecto para preparar unas croquetas caseras. Lo mejor de todo es que puedes hacer la bechamel y congelarla si quieres guardar más porciones para otra ocasión. ¡El esfuerzo vale la pena!
Ingredientes para 4 personas:
100g de mantequilla
100g de harina
600ml de leche tibia
1 pizca de nuez moscada
1 cda de aceite de oliva
1 cebolla
Sal y pimienta al gusto
350g de restos del cocido: chorizo, morcilla, carne, etc.
3 huevos
120g de pan rallado
Aceite para freir
Preparación:
Calienta la mantequilla en una olla a fuego medio, hasta que se derrita. Incorpora la harina, bate bien y deja que se dore ligeramente.
A continuación, vierte la leche poco a poco sin dejar de batir para que no se formen grumos. Sazona con un poco de sal, pimienta y nuez moscada. Cocina unos 5 minutos para que espese un poco y reserva.
Aparte, corta finamente la cebolla y los trozos de carne del cocido, procurando retirar cualquier hueso o la piel de los embutidos.
Calienta un poco de aceite de oliva en una sartén y pocha la cebolla durante unos 7 minutos. Añade los restos de cocino, sazona y cocina durante unos 4 minutos más.
Mezcla la carne con la bechamel y vierte la mezcla en una fuente engrasada y enharinada. Cubre con film plástico y deja enfriar. Una vez que se enfríe, refrigera, de preferencia desde la noche anterior.
Cuando la masa esté fría, forma las croquetas con ayuda de dos cucharas o con la mano ligeramente engrasada.
Pasa cada croqueta por el huevo batido y luego por las migas de pan. Coloca en un plato y vuelve a refrigerar una hora para que se reseque el rebozado (también puedes congelarlas así).
Calienta aceite para freir en una olla y fríe las croquetas por tandas, hasta que luzcan doradas. Reserva en un plato con papel absorbente.