La sopa fría de pepino es especialmente refrescante e ideal para los días cálidos o como cena ligera. El pepino aporta un alto contenido en agua e hidratación, mientras que la menta fresca le da al plato un agradable toque aromático. Un chorrito de aceite de oliva hace que la sopa tenga un sabor suave y redondo, mientras que el sésamo le aporta un toque a nuez y nutrientes adicionales. Rápida de preparar y servida fría, es un auténtico clásico detox que ayuda al organismo de forma suave. La consistencia cremosa se consigue sin nata, por lo que la sopa sigue siendo ligera y fácil de digerir.
Ingredientes para 4 personas:
2 pepinos medianos
1 manojo de menta fresca
500 ml de caldo de verduras
2 cdas de semillas de sésamo
2 cdas de aceite de oliva
Zumo de 1/2 limón
Sal y pimienta
Preparación:
Pelar los pepinos y cortarlos en dados grandes.
Quitar las hojas de menta de los tallos y picarlas en trozos grandes.
Poner los dados de pepino junto con la menta y el caldo de verduras en una batidora. Triturar todo hasta obtener una consistencia suave y cremosa.
Sazonar con zumo de limón, sal y pimienta.
Tostar ligeramente el sésamo en una sartén pequeña sin grasa hasta que desprenda aroma.
Verter la sopa en cuencos, espolvorear con sésamo y rociar con un chorrito de aceite de oliva.