¿Lo sabías? Tu grupo sanguíneo determina tu personalidad, ¡descúbrelo!
Nuestro tipo de sangre define nuesta propensión a enfermedades e incluso rasgos de nuestro carácter. ¿Cuál es el tuyo?
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¿Cómo se dividen los grupos sanguíneos?
Todas las personas pertenecemos a uno de estos grupos sanguíneos: grupo A, grupo B, grupo AB y grupo 0.
Despúes existen varias sub categorías que dependen de la edad, estilo de vida y genética de cada persona.
Estas 4 categorías definen también aspectos sobre nuestra biología, sobre nuestro funcionamiento orgánico y cómo debemos alimentarnos para recibir los nutrientes que más necesitamos. Además, muchos creen que nuestro tipo de sangre también está asociado a rasgos de nuestra personalidad.
Por eso te invitamos a descubrir a continuación todo lo que tu grupo sanguíneo dice sobre ti. ¡Sigue leyendo!
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Cómo alimentarte según tu grupo sanguíneo
Si perteneces al grupo sanguíneo A, lo mejor es que en tu alimentación dés prioridad a frutas y verduras. Además, deberás reducir tu consumo de cafeína, de leguminosas y alimentos picantes.
Si eres del grupo B, deberás comer más productos lácteos y vegetales, evitando lo más posible las bebidas alcohólicas.
Las personas del grupo AB funcionan mejor comiendo un poco de cada tipo de alimentos, por eso no se recomienda que sigan dietas muy retrictivas. Sin embargo, no está de más recordar que comer más carne de la necesaria puede traerles problemas de colesterol.
Finalmente, las personas con sangre del grupo 0 deberán seguir una dieta alta en proteínas como carne, huevo, pescado y quesos, evitando embutidos, alimentos preenvasados y porciones demasiado grandes.
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Tu personalidad según tu grupo sanguíneo
Las personas pertenecientes al grupo sanguíneo A se distinguen por tener rasgos compasivos, ser muy organizados y analíticos. Tienden a tener confianza en sí mismos y a buscar objetivos cada vez más altos. Son buenos como líderes o administradores, ya que son muy serios y dedicados en lo que hacen.
Si eres del grupo B, es probable que seas una persona de carácter tranquilo y reflexivo, aunque no eres ajeno a los cambios drásticos de ánimo. Reaccionas rápidamente a los cambios en tu entorno, ya que tienes la intuición para ver cuando se aproximan.
En cambio, los que son del grupo AB son más racionales y analíticos, no pierden piso y son excelentes para dar consejos. Sin embargo, les cuesta un poco más entender la visión de otro si parece demasiado soñadora.
Finalmente, si pertecenes al grupo 0 eres una persona con tendencias prácticas y asertivas. Te gusta resolver las cosas rápidamente, respetas tus promesas y te gusta aportar al grupo. No es raro ver a personas de este grupo sanguíneo en primera fila, ya que siempre quieren participar y ser vistos.
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Cómo manejar el estrés según tu grupo sanguíneo
Aunque todos somos víctimas del estrés en un momento u otro, nuestro cuerpo y nuestra mente pueden reaccionar de maneras distintas según nuestro grupo sanguíneo. Es importante saber cómo manejarlo y qué tan propensos somos a él, ya que es puede ocasionar, entre otras cosas: insomnio, fatiga, falta de concentración, depresión, sobrepeso, pérdida de cabello, irritabilidad y problemas digestivos.
Si eres del grupo A tienes una buena tolerancia al estrés, aunque el exceso de empatía puede llevarte a preocuparte de más por problemas que no son tuyos. En tus ansias de resolver y analizar puedes dejar que el estrés interfiera, así que te recomendamos aprender a sopesar siempre los problemas para saber a cuáles dar prioridad.
Si tu grupo sanguíneo es el B, tienes una sensibilidad casi inmediata al estrés. En períodos tranquilos los problemas que surgen te afectan poco y encuentras la forma de lidiar con ellos. Sin embargo, cuando se acelera la carga de trabajo y vienen más responsabilidades, puedes ser víctima del estrés rápidamente, empeorar tu estado de ánimo, dejar de dormir por las noches o darle muchas vueltas en la cabeza a los problemas. Sabiendo esto es recomendable que dediques unos minutos al día a la meditación, así como practicar ejercicios de respiración para calmar tu mente y tu cuerpo.
Si eres del grupo AB, eres en general una persona bastante balanceada, y manejas correctamente el estrés en tu vida. El problema es que esa tolerancia a las preocupaciones puede llevarte a asumir más responsabilidades de las necesarias, y te darás cuenta hasta que sientas los estragos del estrés sobre tu cuerpo.
Si eres del grupo 0, tiendes más que a la preocupación a ponerte irritable. Vigila esos cambios de humor, y recuerda que los demás no tienen por qué pagar el hecho de que esté preocupado. Practica el mindfulness y la respiración pausada para controlar tus emociones cuando sientas que te estás alterando.
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La acumulación de grasa corporal según tu grupo sanguíneo
Las personas con sangre tipo A pueden quemar de manera efectiva las grasas naturales, presentes en carnes, aceites vegetales y lácteos. También procesan mejor el azúcar, aunque esto no quiere decir que deban abusar en su consumo. En lo general pueden adelgazar rápidamente y no acumulan mucha grasa abdominal.
Las personas con sangre del grupo B son propensos a engordar con las harinas, carbohidratos y frituras, por eso es mejor que añadan más verduras a su dieta y se cuiden de los excesos. Estas personas tienden a acumular grasa en la zona del abdomen, especialmente si no acostumbran hacer ejercicio.
Las personas del grupo AB tienden a ser sedentarias, lo que se traduce en sobrepeso. Aunque metabolizan bien todo tipo de alimentos, la falta de ejericio pronto se ve reflejada en su índice de masa corporal, por lo cual es recomendable que hagan ejercicio al menos 3 veces por semana.
Las personas del grupo 0 tienden a engordar rápidamente cuando comen azúcares, aunque también es el tipo de alimento que más se les antoja. Deberán aprender a controlar esos antojos y balancear su dieta si no quieren tener problemas de sobrepeso.
Y tú, ¿a qué grupo sanguíneo perteneces?
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