¿CÓMO PODEMOS EVITAR ESTAR EN CONTACTO CON ESTOS QUÍMICOS TAN PERJUDICIALES?
No queremos mentirte, pero alejarte de estos químicos no es nada sencillo porque están por todas partes. Sin embargo, podemos minimizar el consumo y la acción en nuestro organismo. ¡Apunta!
1.- Come productos orgánicos
Este tipo de productos (puedes encontrarlos en el súper o en tiendas BIO) están más libres de las sustancias químicas puesto que han sido cultivados de manera natural dejando a un lado el uso de pesticidas.
2.- Reduce al máximo la ingesta de carnes
Como los animales están destinados al consumo humano son alimentados con piensos que vienen en envases de plástico. Y... ¡su carne está contaminada con obesógenos!
3.- No tomes bebidas que vengan en envases de plástico
Las botellas de plástico suelen tener un alto contenido en bisfenol. Por ello, los refrescos, agua embotellada o zumos envasados en plástico son peligrosos si se consumen grandes cantidades.
4.- Evita darle agua embotellada a los bebés y procurar usar para ellos recipientes de cristal.
5.- No uses sartenes con teflón.
Las de cobertura cerámica o de hierro fundido no contienen obesógenos.
6.- Utiliza cosméticos naturales libres de ftalatos.